PCs Gaming: Encuentra el Ordenador Gamer que se Adapta a tus Necesidades
¿Quieres dar el salto al mundo gamer con un PC gaming potente y listo para usar? En PC Top Gaming analizamos los mejores ordenadores premontados del mercado para que elijas el equipo ideal según tu presupuesto.
Aquí encontrarás comparativas, recomendaciones y reseñas imparciales, pensadas para ayudarte a decidir con seguridad. Tanto si buscas un PC económico para empezar como un setup de gama alta, tenemos la guía perfecta para ti.
Descubre los combos más habituales que muchas marcas utilizan para fabricar sus ordenadores
¿Quieres ver qué piezas utilizan los fabricantes al montar sus equipos? Te dejamos una guía con combos de PC gaming baratos, donde encontrarás configuraciones básicas para empezar a jugar. Si buscas algo más equilibrado, revisa los combos de PC gaming de gama media con componentes de mejor rendimiento. Y si tu objetivo es la máxima potencia, explora los combos de PC gaming de alta gama, pensados para ordenadores tope de línea con gráficas y procesadores de última generación.
Encuentra los Mejores Ordenadores Gamer según tu presupuesto
El presupuesto es el primer paso para elegir tu PC gaming. Búscalo en la opción que mejor se adapte a tu presupuesto
PCs Gaming baratos por menos de 600 €
Los equipos más básicos para iniciarse en el gaming. Ideales para eSports populares como LoL, Valorant o CS2, y para juegos poco exigentes.
PCs Gaming gama media-baja: entre 600 y 800 €
El rango más popular en relación calidad-precio. Perfectos para jugar en 1080p con gráficos medios/altos, garantizando fluidez en la mayoría de títulos actuales.
PCs Gaming gama media: entre 800 y 1200 €
Un punto de equilibrio entre potencia y durabilidad. Equipos pensados para gaming fluido en 1080p.
PCs Gaming gama alta: entre 1200 y 2000 €
La opción para los más exigentes. Equipos de gama alta con gráficas avanzadas, preparados para 1440p y experiencias inmersivas.
PCs Gaming Gama Ultra: Más de 2000 €
Si buscas lo máximo en potencia y rendimiento, la gama ultra de PCs gaming es para ti. Estos equipos superan los 2000 € y están diseñados para quienes no aceptan compromisos: gráficas de última generación, procesadores de alto rendimiento y sistemas de refrigeración avanzados.
Con un PC Gaming Gama Ultra podrás:
- Disfrutar de juegos en 4K Ultra sin caídas de FPS.
- Prepararte para la llegada de la realidad virtual y la realidad aumentada.
- Trabajar en edición de vídeo, diseño 3D y multitarea extrema sin esfuerzo.
- Apostar por una configuración duradera, capaz de seguir rindiendo durante varios años sin necesidad de actualización inmediata.
Compra tu Pc Gamer por marca
¿Quieres dar el salto a un PC gamer sin complicarte con comparativas infinitas?
Si ya tienes una marca en mente, hemos creado guías exclusivas para que encuentres el equipo perfecto según tu estilo de juego. Cada fabricante ofrece un enfoque único: diseño, potencia, precio o fiabilidad… y elegir el adecuado puede ser la clave para que disfrutes al máximo cada partida.
msi
Razer
hp
acer
lenovo

Asus
Factores clave antes de elegir tu ordenador gaming
Comprar un PC gaming no va solo de buscar el más caro o el que tiene más luces RGB. Lo realmente importante es entender qué piezas marcan la diferencia en el rendimiento y cómo equilibrarlas según tu presupuesto. Después de montar y probar varios equipos, te puedo asegurar que el secreto está en el balance: gastar bien en lo que de verdad impacta en la experiencia de juego.

Procesador (CPU)
El procesador es el cerebro del PC y se nota enseguida cuando falta potencia.
Hoy en día, Intel ha dejado atrás las series clásicas i5, i7 e i9 de 13ª y 14ª generación, y ha dado el salto a los Intel Core Ultra de la serie 200 (Arrow Lake y Lunar Lake), con mejoras claras en eficiencia, núcleos híbridos y hasta una NPU para IA integrada.
Por su parte, AMD está muy fuerte con la familia Ryzen 9000 (Zen 5), donde los Ryzen 5, 7 y 9 ofrecen un rendimiento espectacular, además de versiones con 3D V-Cache (como los 9900X3D o 9950X3D) que se han convertido en referencia para gaming de alto nivel.
En la práctica, un procesador de 6 u 8 núcleos sigue siendo más que suficiente para la gran mayoría de juegos actuales. Pero si además quieres hacer streaming, edición de vídeo o multitarea pesada, entonces sí conviene mirar un modelo más alto de gama.
Consejo personal: muchas veces compensa más invertir en una buena GPU y acompañarla con un procesador equilibrado, en lugar de gastarse una fortuna en un Ultra 9 o un Ryzen 9 que quizá no llegues a aprovechar al 100% en tu día a día.
Consejo personal: muchas veces compensa más invertir en la GPU y acompañarla con un procesador equilibrado, en lugar de dejarse un dineral en un i9 o Ryzen 9 que no vas a aprovechar al 100%.
Tarjeta gráfica (GPU)
Aquí es donde realmente se juega el partido. Una buena tarjeta gráfica marca la diferencia entre una experiencia mediocre y una verdaderamente inmersiva. No es lo mismo conformarse con 1080p a 60 FPS justitos que disfrutar de resoluciones más altas como 1440p o incluso 4K con todos los ajustes al máximo y trazado de rayos activado. Es lo que separa un PC “normal” de uno que realmente brilla en juegos exigentes.
Actualmente, las más recomendadas en este rango son las NVIDIA RTX 5000 y las AMD Radeon RX 9000. Ambas ofrecen un excelente rendimiento en títulos AAA modernos, con soporte para tecnologías avanzadas como Ray Tracing y escalado inteligente (DLSS 4 en el caso de NVIDIA, FSR 4 para AMD). Esta tecnologías permiten ganar muchos FPS sin perder calidad visual, lo cual es crucial si quieres mantener una buena tasa de refresco en pantallas de 144 Hz o más.
Mi regla personal es clara:
Si el presupuesto es justo, casi la mitad del dinero va destinado a la gráfica. ¿Por qué? Porque es lo que más impacto tiene en el rendimiento de los juegos. Puedes tener un buen procesador y RAM suficiente, pero si la gráfica se queda corta, los FPS se desploman. Además, es lo que más rápido se queda desfasado con los años, así que merece la pena invertir un poco más si quieres estirar la vida útil del equipo sin tener que actualizarla al año siguiente.


Memoria RAM
RAM en premontados: un detalle que muchos pasan por alto, pero que importa más de lo que parece.
En la mayoría de PCs premontados de gama media te encontrarás con DDR4 a 2666 MHz, normalmente en configuraciones de 16 GB (2×8 GB). ¿Funciona? Sí, sin problemas. Pero es el mínimo recomendable hoy en día para gaming. En juegos actuales, esa frecuencia puede suponer algunos FPS menos o incluso microtirones si el sistema está muy justo de recursos.
¿Lo ideal con DDR4? Ir a por 3200 o 3600 MHz. Esta mejora en frecuencia ofrece más estabilidad, mejor respuesta del sistema y, en algunos títulos, un pequeño extra de rendimiento en forma de FPS. No es lo más determinante, pero se nota, especialmente si el resto del equipo acompaña (CPU y GPU).
En cuanto a PCs con DDR5, la cosa sube de nivel. La memoria base ya es más rápida de por sí, pero lo óptimo para gaming actual es moverse en el rango de los 5600 a 6000 MHz. Subir más allá no suele compensar en juegos, ya que el aumento de rendimiento es marginal respecto al salto de precio. Pero si encuentras un equipo con DDR5 a 6000 MHz a buen precio, es una apuesta segura a futuro.
Almacenamiento: SSD vs HDD
Aquí no hay duda: un SSD NVMe es obligatorio.
Ya no estamos en 2015. Montar un disco duro mecánico (HDD) como unidad principal en un PC gaming hoy en día es directamente un error. La diferencia entre un HDD y un SSD NVMe es abismal: el sistema operativo arranca en menos de 10 segundos, los juegos cargan en un suspiro y las actualizaciones se instalan mucho más rápido.
Incluso comparado con un SSD SATA, el salto a NVMe es notable, sobre todo si eliges modelos Gen 4 con velocidades superiores a los 5000 MB/s de lectura. No hace falta irte al más caro del mercado, pero un SSD de al menos 512 GB o 1 TB NVMe es casi obligatorio en cualquier equipo gaming de gama media actual.


Refrigeración y fuente de poder
Un buen PC gaming genera calor, y no hay nada peor que ver cómo tus FPS bajan porque la CPU o la GPU se calientan demasiado.
– Con disipadores por aire tendrás una solución económica y muy eficaz.
– Si buscas estética y un extra para overclock, la refrigeración líquida es un plus.
Y no te olvides de la fuente de poder: busca siempre una certificación 80+ y una marca fiable. He visto PCs caros morir por una mala PSU, y créeme, no quieres pasar por eso.
En resumen: antes de comprar tu ordenador gaming, piensa en equilibrar CPU, GPU, RAM y almacenamiento, acompañado de buena refrigeración y una fuente de calidad. No se trata de gastar más, sino de gastar bien para tener un equipo que te dé la mejor experiencia de juego y no te deje tirado en un par de años.
Ventajas de un PC Gaming frente a una consola
El debate PC gamer vs consola lleva años y seguramente seguirá vivo mucho tiempo. Pero en la actualidad, las diferencias son más claras que nunca: el PC no es solo una alternativa, es la opción más completa si lo que buscas es jugar sin límites y, además, sacarle partido a tu equipo con otros usos.
1. Rendimiento y potencia gráfica
Una consola te da lo que trae de fábrica, pero un PC te permite elegir el nivel de potencia que necesitas. Hoy en día, un PC de gama media con una RTX 5060 o una RX 9060 puede rendir mejor que una consola de última generación, moviendo juegos en 4K y con tasas de refresco de 144 Hz o más. La diferencia se nota especialmente en shooters competitivos, donde cada frame extra cuenta.
2. Libertad de personalización
En consola, aceptas el pack tal cual. En PC, en cambio, decides cada pieza: procesador, gráfica, RAM, caja, refrigeración… incluso el estilo RGB si lo tuyo es la estética gamer. Eso significa que puedes empezar con un presupuesto ajustado e ir mejorando el equipo poco a poco, en lugar de tener que comprar una máquina nueva cada 6 o 7 años.
3. Catálogo de juegos más amplio
Aquí no hay discusión: el catálogo de PC es enorme. Desde plataformas como Steam o Epic hasta el Game Pass para PC, pasando por joyas clásicas y juegos independientes que nunca llegan a consola. Además, está el mundo de los mods, que pueden mejorar gráficos, añadir contenido o incluso transformar un juego por completo. Skyrim o GTA V son claros ejemplos de cómo la comunidad amplía la vida útil de un título.
4. Más que un simple equipo para jugar
Un PC gaming es también un centro de trabajo y creatividad. Con la misma máquina puedes editar vídeos, hacer streaming, diseñar en 3D o estudiar. Y eso convierte la inversión en algo mucho más versátil: no solo un dispositivo para jugar, sino una herramienta útil para el día a día.
5. Acceso a tecnologías punteras
Si quieres probar lo último, el PC siempre va por delante. Desde gafas de realidad virtual hasta monitores ultrawide o teclados mecánicos personalizados, todo el ecosistema de periféricos está pensado primero para PC. Es el camino más rápido para quienes disfrutan jugando y experimentando con lo más nuevo en tecnología.
En resumen: las consolas son cómodas y cumplen, pero el PC te da potencia, libertad de elección y un ecosistema abierto que crece contigo. Si buscas algo más que encender y jugar, y quieres una experiencia de gaming a tu medida, el ordenador siempre va a estar un paso por delante.
Preguntas frecuentes sobre PCs Gaming: precios, componentes y rendimiento
Un buen PC gaming no es solo cuestión de potencia bruta, sino de equilibrio. Lo ideal es contar con una tarjeta gráfica dedicada moderna (como una NVIDIA RTX 5060 o una AMD RX 9060), un procesador de al menos 6 núcleos y 16 GB de RAM para mover cualquier título actual en alto nivel de detalle. Marcas como ASUS ROG, MSI Gaming o HP Omen han demostrado en los últimos años ofrecer configuraciones estables y con un soporte posventa fiable, lo que marca la diferencia frente a equipos genéricos o sin marca reconocida.
Depende mucho de la resolución y calidad que quieras. En 2025, un PC gamer “normal” de gama media suele costar entre 900 € y 1300 €, suficiente para jugar en 1080p o incluso 1440p en calidad alta. Si tu objetivo es el gaming en 2K o 4K con tasas de refresco elevadas, el rango sube fácilmente a los 1600 € – 2000 €. Invertir más de esa cifra ya se considera gama entusiasta, pensado para quienes buscan lo último en hardware sin compromisos.
A día de hoy, una de las configuraciones más bestiales es la Corsair Vengeance i8300, equipada con una NVIDIA RTX 5090, procesador Intel Ultra 9 285K y hasta 64 GB de RAM DDR5. Está pensada para jugar en 4K a ultra, con trazado de rayos y realidad virtual avanzada, además de soportar streaming profesional sin caídas de rendimiento. Eso sí, hablamos de una máquina que supera con facilidad los 6800 €, destinada a usuarios que buscan el máximo sin importar el precio.
Un PC gaming es un ordenador pensado para dar el mejor rendimiento en videojuegos. A diferencia de un PC de oficina, monta componentes optimizados para gráficos 3D, altas tasas de refresco y multitarea. Incluye tarjetas gráficas dedicadas, procesadores potentes, buena refrigeración y fuentes de alimentación de calidad, lo que lo hace capaz de mover títulos exigentes y, además, servir para edición, streaming o diseño.
La diferencia clave es la versatilidad. Un PC gaming ofrece más potencia gráfica, juegos más baratos gracias a plataformas como Steam o Epic, y la posibilidad de actualizar piezas en lugar de comprar un equipo nuevo. Además, sirve para trabajar, estudiar, crear contenido o hacer streaming, algo que una consola no cubre. También destaca el acceso a tecnologías como monitores ultrawide, VR y mods, que amplían la experiencia de juego.
El corazón de un PC gamer está en la tarjeta gráfica (GPU) y el procesador (CPU), pero no se debe descuidar el resto. Una RAM rápida de al menos 16 GB, un SSD NVMe para cargar juegos en segundos y una fuente de alimentación de calidad marcan la diferencia. Todo debe estar equilibrado para evitar cuellos de botella: de nada sirve una gráfica de última generación con un procesador desfasado.
En sobremesas premontados, marcas como ASUS ROG, MSI Gaming, Lenovo Legion y HP Omen se mantienen como apuestas seguras por su combinación de potencia y soporte técnico. Para quienes buscan ahorrar, tiendas como PcComponentes o Coolmod ofrecen configuraciones propias con precios más ajustados, pero cuidando la elección de componentes.
Con un equipo equilibrado, la vida útil suele estar entre 5 y 9 años antes de que empiece a quedarse corto en juegos nuevos. Sin embargo, el gran beneficio del PC es que puedes actualizar solo algunas piezas: añadir más RAM, cambiar la gráfica o pasar a un SSD más rápido prolonga fácilmente su relevancia. En consola, en cambio, no hay forma de mejorar el hardware.
Sí, aunque con limitaciones. Un portátil gaming potente puede ofrecer un gran rendimiento en títulos modernos, sobre todo modelos con gráficas dedicadas RTX 5000 Series. Sin embargo, suelen calentarse más, el ruido puede ser mayor y la capacidad de actualización es casi nula frente a un sobremesa. Son ideales para quienes necesitan movilidad, pero si lo tuyo es jugar horas y horas en casa, el sobremesa sigue siendo la opción más recomendable.
Depende del nivel de exigencia. Para la mayoría de jugadores, un buen sistema de ventiladores con flujo de aire bien distribuido es más que suficiente. Ahora bien, si planeas hacer overclocking, streaming en paralelo o jugar en ultra durante horas, la refrigeración líquida AIO (todo en uno) se convierte en la mejor opción. Aporta más silencio, temperaturas más bajas y estabilidad a largo plazo, aunque requiere un mayor cuidado y presupuesto.

















